Como sabéis esta semana hemos trabajado el cuento la señorita del silencio S. Teniendo en cuenta que el tema es el "caballo de batalla" de la clase voy a escribir el cuento en esta entrada, pues pienso que aunque lo haya leído en clase estaría bien que se lo leáis de nuevo en casa con intención de que a base de insistir vayan modificando esta conducta:
Un día llegó un circo al País de las Letras. Veréis lo que pasó: el primer día fue gente, pero no demasiada. Los del circo pensaron: <<Mañana, cuando se enteren de lo bonita que es la función, vendrá todo el mundo>>. Pero al día siguiente fue menos gente que el primer día. Al tercer día, menos aún, y así siguieron durante tres o cuatro días. El director del circo pensó: <<Esta es mi ruina, no saco dinero ni para dar de comer a los leones. Organizaremos un desfile y así todo el mundo sabrá cuántas cosas divertidas tenemos y vendrán a vernos>>.
Así se hizo: organizaron un gran desfile, lleno de color y de música. Las trompetas iban delante: <<¡Tararíiii, tararíiii!>>; seguían los tambores: ¡Pon...., pon..., porrorrón, pon, pon!>>; detrás, los platillos: <<¡Chíiiin..., chíiiin..., chíiiin...!>>.
Detrás de la caravana iba un empleado del circo, vestido de manera extravagante, gritando: <<Vengan, señores, vengan a ver el maravilloso circo Rojo-Azul. Podrán contemplar leones, tigres, elefantes gigantescos, focas amaestradas, perros equilibristas, divertidos payasos, arriesgados trapecistas. Lo mejor del mundo entero. ¡Vengan, señores, vengan!>>. Y otra vez las trompetas, los tambores, los platillos y los rugidos de las fieras. A eso se unió el griterío de la gente que acudía a presenciar el desfile... ¡Aquello era como una casa de locos!...¡No había quién lo soportase!
El Rey U, que estaba en su despacho leyendo el periódico, al oír la primera trompeta, se llevó tal susto que se le cayeron las gafas y el periódico y, con el sobresalto, se dio un golpe con la mesa. Cuando reaccionó, salió disparado diciendo: <<¿Qué sucede?...¿Se hunde el palacio?...¿Vienen los gigantes...?>>.
Le explicaron que era un desfile del circo. Se enfadó muchísimo y preguntó:<<¿Quién les ha dado permiso para armar tanto jaleo mientras la gente trabaja? ¿O acaso no saben lo difícil que es trabajar si no hay silencio? ¡Que se callen inmediatamente!>>.
Pero, como nadie le oía con el ruido, tuvo que esperar a que terminase el desfile para poder encontrar una solución a este nuevo problema. Pidió que todas las personas de su reino fuesen al palacio para decidir quién podría hacer mejor el trabajo de guardian del silencio. Para eso necesitaba oírles hablar.
Todos llegaron puntuales y, después de escucharlos, el rey dijo: <<La señorita S será desde hoy la responsable del silencio. Ella vigilará para que no haya ruido mientras se hace el trabajo importante, porque, en realidad, cuando habla ya está mandando callar. Fijaos: Ssss, ssss, ssss, ssss. Además, se pondrá un dedo en la boca; así, si alguien no la oye, la verá>>.
El rey U mandó que lo pregonasen por cada rincón del país. Toda la gente, y también los que venían con el circo, decían: <<¡Qué importante es el trabajo de la señorita S! La obedeceremos siempre que nos mande callar>>. Desde aquel día había tanta tranquilidad y silencio que todos trabajaban mucho y bien.
Los reyes llamaron a la señorita S para felicitarla e invitarla a dar un paseo con la Familia Real; ella se alegró un montón. Le pareció muy divertido cuando la princesa I la cogió de la mano y se oyo que las dos juntas decían: <<¡Sí!>>. Luego, con la O: <<¡So!>>, y los caballos se pararon inmediatamente. Por turnos, todos se fueron colocando muy excitados junto a la señorita S y decían: <<Sa, se, si, so, su>>.
¿Qué palabras podemos decir?... Sello, seta, sube, sucio, sapo, saca, y muchas más... ¡Qué divertido es!
Algún tiempo después, la señorita S se pusó enferma con dolor de cabeza y tuvo que quedarse en cama. ¿Será posible que vuelvan el ruido y el jaleo? ¿Quién mandará callar ahora si no puede hacerlo ella? Otro día os lo contaré.
Y esto ha sido todo amigos....
Muchas gracias por vuestra colaboración.
Buen fin de semana.
Nos encanta la idea de que Daniela sea la señorita del silencio y espero que resulte bien y que todos esten callados y en silencio, sobre todo por tu garganta Antonio. Un Saludo.
ResponderEliminarMe alegro. Por ahora, la verdad, no está resultando; de ahí la idea de escribir el cuento en esta entrada para reforzarlo en casa... Mi garganta parece que está algo recuperada, jejeje; espero mantenerla así el mayor tiempo posible. Saludos.
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